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vocales; pero tampoco es admisible leer con un volumen tan bajo que nadie te escuche ni te entienda. Lo ideal es matizar la voz, subir y bajar la intensidad cuando sea necesario para lograr captar el interés del público, cautivar, emocionar y propiciar la comprensión del texto.

 

Claridad: La claridad en la lectura en voz alta es una condición que reside en combinar una perfecta pronunciación de las palabras, un volumen de voz adecuado, fluidez, ritmo, emotividad y coherencia para lograr que lo expresado se entienda con nitidez, sin ambigüedades. La claridad en la lectura es una habilidad que se va adquiriendo con la práctica.

 

La sencillez: La sencillez es el rasgo de leer en voz alta de una manera natural, sin exageraciones, ni adornos colosales de la voz, de los gestos o de ademanes, ya que al ser la lectura oral un acto compartido, se agradece que los recursos utilizados sean simples, limpios y directos para no distorsionar el mensaje, así como para cuidar la coherencia entre el contenido y la interpretación.

 

Los movimientos corporales: Los movimientos corporales se relacionan con la postura que debe tener el cuerpo al momento de leer o expresarnos en forma oral. Sirven como apoyo al mensaje si están bien articulados o lo apocan si no están adecuadamente relacionados. Incluye des del pararse al frente para hablar o leer, los movimientos de los brazos, de las piernas, el ángulo de nuestro cuerpo hacia el público, entre otros. Todo nuestro cuerpo comunica, si nuestra voz denota seguridad, pero nuestra postura corporal y ademanes están caídos, en definitiva, se mandará un mensaje incongruente a la audiencia.